Reproducimos la editorial de Diario Extra del 29 de Abril de 2010 donde se refieren a la postura del SEC respecto a la Ley de Empleo Público.
Cuando la lógica es evidente, es de sabios seguirla, porque se puede estar marchando en contra del raciocinio. Esta es la idea que nos ha generado un campo pagado por el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) publicado recientemente en el periódico de mayor circulación, DIARIO EXTRA, al fijar su posición sobre dos anteproyectos de ley que pretenden regular el empleo público.
En dicha publicación explican las razones por las que han decidido no sumarse a una huelga que están llamando otras organizaciones. Es claro que nosotros estamos de acuerdo con su razonamiento.
Todo inicia con un anteproyecto del Ministerio de Planificación con el que se pretenden una serie de modificaciones en el estatuto del Servicio Civil y otros y que empezó a ser consultado a las bases de los diferentes sindicatos del país.
Sin embargo, sorpresivamente el mismo anteproyecto es presentado en la corriente legislativa por el jefe de Fracción de Liberación Nacional el diputado Jorge Méndez Zamora y que puso en estado de alerta a todos los sindicatos y sus agremiados.
Tras una serie de reuniones el legislador retira el proyecto y es así como los líderes del SEC, entienden que ya no existe razón para ir a una huelga.
No cabe duda que esta decisión está llena de lógica, pues al retirarse el proyecto ley no tiene ningún sentido la protesta. El temor de la pérdida de derechos adquiridos se ha alejado, sin embargo, advierten los del SEC que están vigilantes. Pues de igual forma nosotros también tendremos ese proyecto en la mira, pues jamás estaremos de acuerdo en que se afecte a los trabajados. Sin duda alguna, como siempre, nos pondremos a la par de la justicia, al lado de los trabajadores.
Pero es que el ejemplo que está dando en estos momentos el SEC, esa actitud de patriotismo debe ser asumido también por otros grupos que han estado en contra de tales modificaciones. No es el momento para presionar.
No vemos ningún sentido en realizar huelgas o manifestaciones a horas del cambio de poderes, porque es lógico que el Gobierno saliente no podrá hacer ya absolutamente nada y el entrante apenas está tomando el mando del país.
No creemos conveniente, para nada, la aplicación de alguna medida por parte de grupos de presión en un momento donde somos anfitriones de grandes figuras del mundo, que miran a Costa Rica como ese país pacífico que forjaron nuestros abuelos.
Creemos que de existir alguna actitud contraria a la celebración del 8 de mayo, sería incluso antipatriótico, una actitud que sin duda alguna iría en contra de la voluntad de un pueblo que ha tenido una conducta intachable en la aplicación del derecho del sufragio.
Recién hemos sido felicitados por el mundo gracias a las transparentes elecciones realizadas. Todos los países democráticos nos ponen como un ejemplo a seguir, y muchos de quienes nos acompañan en el traspaso de poderes lo hacen precisamente por la pureza con que sufragamos, por la conversión de una situación tensa, en cualquier otra nación, a la fiesta que nosotros montamos con las elecciones presidenciales.
Pero el borrar todo esto, el dejarnos en mal, no al Gobierno saliente o al entrante si no a los costarricenses, está solo a un paso de unos pocos insensatos, quienes puedan utilizar el día del traspaso de poderes para mostrar una intolerancia que no le haría nada bien al país.
No dudaremos en apoyar a quienes busquen justicia, no titubearemos en señalar a quienes actúen en contra de los más necesitados, pero eso sí, a su momento y cuando se amerite."
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