La mañana de este domingo 13 de Junio, la Policía Municipal de San José y la Fuerza Pública, desalojaron a un grupo de unos 30 campesinos de la Zona Norte, que acampaban frente a Casa Presidencial como protesta por la falta de tierras para trabajar. El desalojo se desarrolló en medio de amenazas y burlas de parte de los oficiales de policía. Además, arrestaron a una persona de origen nicaragüense que reside legalmente en el país, a quien entregaron a las autoridades de Migración y cuyo paradero se desconoce hasta el momento.
El desalojo inició cerca de las 6:30 a.m. La acción policial ocurrió sin previo aviso, sin que los policías se identificaran, y sin exponer documentos que justificaran legalmente la acción. No permitieron que los campesinos recogieran sus pertenencias, inclusive se llevaron la comida y objetos personales de estas personas. Posteriormente, tractores de la Municipalidad de San José destruyeron los improvisados ranchos en que se encontraban acampando. La actuación policial ocurrió en medio de amenazas. De hecho, los manifestantes denuncian que Niels Ching, subjefe policial de San José, amenazó a los presentes diciéndoles que si veía en otros sitios en los alrededores de Zapote, procedería a expulsarlos del lugar. Para evitar que existieran pruebas del desalojo, una oficial de policía ofreció a un particular hasta 50 mil colones para llevarse las fotografías y videos que tomaron en la zona, mientras otro policía amenazó con llevarse las cámaras fotográficas.
Los manifestantes tienen dos semanas de permanecer frente a Casa Presidencial, para solicitar al Gobierno los títulos de propiedad de unas tierras abandonadas propiedad del Estado, ubicadas en Puerto Viejo de Sarapiquí. Se trata de unas 60 familias de campesinos sin tierra, muchos de ellos no tienen o no concluyeron los estudios, por lo que necesitan la tierra para trabajar. El gobierno de Laura Chinchilla no ha resuelto el caso, solamente ha enviado en estos días a algunos funcionarios a hablar con estas personas, a quienes les dicen que les programarán una reunión próximamente, pero cada vez que son citados, las reuniones son canceladas por el gobierno.
Los campesinos expresaron su malestar con el gobierno de Chinchilla, ya que se sienten burlados por las autoridades, que nos les resuelven sus problema. En vez de ellos, los han hostigado de múltiples formas. Por ejemplo, el pasado jueves les decomisaron 2 vehículos propiedad de su propieda, y arrestaron a una mujer, a quien también llevaron a Migración, donde la ofendieron y la maltrataron de palabra. Ella resultó muy afectada por este incidente.
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